Bansky es el máximo exponente del arte urbano o “street art”. Su arte puede impactar en cualquier lugar en cualquier momento. Sabemos que es inglés pero después de 20 años de apariciones aún no se conoce su identidad. Realiza intervenciones mediante graffitis, murales e instalaciones en forma secreta, fuera del escrutinio público. pero desde que aparecen nutre la subcultura que se ha formado en torno a sus trabajos.
Se trata de verdaderas acciones de arte que apuntan a denunciar la alienación y el desamparo que se vive en las grandes ciudades. Los murales, rebeldes, ilegales, aparecen de un día para otro, para sorpresa de los paseantes. El trabajo de este británico que instala conversaciones inéditas con el público anónimo es la mejor prueba que el arte es intervención, es política.
No por azar le llamó “Dismaland” al parque distópico instalado en un terreno turístico abandonado (Somerset, 2015) en una referencia directa a la palabra “dismal” que significa deprimente. De entrada se leía “Están estrictamente prohibidos en este parque los pulverizadores, cuchillos, y los representantes legales de Walt Disney Corp “! Trabajaron es ese proyecto irreverente unos 50 artistas de todo el mundo. Como acompañantes de las visitas había trabajadores intencionalmente lánguidos y desmotivados que las urgían para que no sonrieran y retornaran a sus casas lo antes posible !!